
Quererte es regalarse a la muerte
ser una pinguicula, ya seca
la piel mudada de una serpiente
Quererte
es olvidar lo que he sido
es no ser,
sino estar
Quererte
es que deje de importar
todo lo que he aprendido
es ignorar
el tiempo
la brevedad de nuestros días
dejarlos correr, como agua de escorrentía
ser el ser que deja de ser sin ser visto
Quererte
es tener la certeza
de que no hay paz sin guerra,
no salir ileso ni de un abrazo ni de un beso
aceptar que nos morimos
que ya no somos más lo que fuimos
y que nos ha dado igual
desde que nos conocimos
y nos pusimos de acuerdo.