viernes, 4 de febrero de 2011

Enjoy the ride 2.0


Le describió aquella escena de tiovivos girando y girando, de risas de niños que coloreaban el cielo, del relinchar de las máquinas, de musiquillas repetitivas y alegres, del humo de los trenes, del color rojo como el de las amapolas, el de las rosas, el de las fresas. Le contó como el aire era templado y el azúcar estaba concentrado en él, como si las nubes de caramelo se pudieran respirar. Abría los ojos con sorpresa, y casi le parecía que su iris era de purpurina, fluorescente como una luna radiactiva, reflejando la felicidad propia de la más completa inocencia. Al fin y al cabo, podemos sentirnos así aun habiendo visto sangre, dolor, manchas, muerte.

3 comentarios:

  1. ... Primer intento de comentar vía movil... no tuvo éxito... necesito escribir demasiado... KEYBOARD FOR THE WIN!...

    Nunca amé los tiovivos, me parecían coloridos pero insulsos... con muy poca acción.. y que diga yo esto que soy mister tranquilidad/peli y manta!

    ResponderEliminar
  2. En la oscuridad lo más valientes pueden recordar la luz :)

    ResponderEliminar