jueves, 24 de febrero de 2011

Music Box


Tu voz es el eco del crujir quebrado
de todas las ramas secas que he pisado
en este camino junto a ti.

Y no habrá memoria lo bastante torpe
como para no recordarte,
ni corazón lo bastante roto
como para no acelerarse
al oir tu nombre, al mencionarte.

En mis sueños,
patinan mis labios sobre tus besos resbaladizos
sobre tus mejillas cinceladas hacen círculos,
y al caer el rocío de tus ojos fúlgidos
yacen los míos compungidos.

Y no habrá anocheceres lo bastante negros
como para no vislumbrar tu luz
ni madrugadas tan hermosas
como para no querer seguir durmiendo
donde quiera que duermas tú.

Por todo eso, aquí estoy
y una vida nunca es suficiente
(para dar más de lo que doy)
y la muerte no es tan hiriente
(porque sacia mi impotencia)
y aún limitadas mis palabras
(por las convenciones, la cultura, el tiempo, las creencias)
sé que la vida te da la cuerda y la música
la bailarina girando, las lágrimas de impaciencia
más no la rúbrica que llevamos impresa invisible
translúcida en mi corazón y el tuyo, hermanos
olvidando el lenguaje verbal y previsible
¡exaltemos las pupilas, el olfato, la lengua, las manos!

1 comentario: