lunes, 5 de marzo de 2012

Lo de después.


Y después queda la escarcha en los labios, secos
las sábanas viudas de la seda de tu piel, ásperas
las persianas de mis ojos caídas
y un <<cerrado por defunción>>.
Queda el preludio de mil perdones,
en mitad del silencio, un cabizbajo <<te quiero>>
mi corazón violado y preñado de ilusiones
que hoy aborta un huevo huero.

Y después ¿qué me queda?
Nada más.
Abrazar tu sombra mientras te sigo 
por las calles frías de este anhelo mío
de despertar en otra realidad.

2 comentarios:

  1. Un te quiero no puede ser nunca cabizbajo, ni aún sin respuesta.

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  2. Me gusta, es prometedor. Y lo del corazón violado,muy gráfico

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