miércoles, 15 de septiembre de 2010

Awake.


<<Why was I with her? She reminds me of you. In fact, she reminds me more of you than you do!>> Groucho Marx.
<<¿Que por qué estaba yo con esa mujer? Porque me recuerda a ti. De hecho, me recuerda a ti más que tú.>> Groucho Marx.

Empezó a trepar por mi cabeza desde la garganta, imparable en su ascenso, un torrente de lágrimas hacia mis ojos. Escupiendo versos para ti, decepción, y libertad. Al fin y al cabo, ya se iban.
Escaparon tantas que a día de hoy no recuerdo el sabor, ni lo que sentí, ni mis cimientos removerse y mis columnas desmoronarse como si el mayor de los terremotos sacudiera mi pecho. Nada. Hoy solo me quedan "recuerdos" puntiagudos formando el colchón de fakir en el que, sin ser inmune, hoy he dormido.

2 comentarios:

  1. La decepción es consustancial al ser humano. Suele pasar.

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  2. Esos colchones "con pinchos" te hacen aprender que la vida sigue. Al final, son tan cómodos como una cama de agua. Hay que hacerse a ellos, sólo eso.

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