<<Nuestra vida es como un sueño. Pero en las mejores horas nos despertamos lo suficiente como para darnos cuenta de que estamos soñando. La mayor parte del tiempo, sin embargo, estamos profundamente dormidos>>
Ludwig Wittgenstein
Y así día tras día, viviendo en un nido de planes ya listos, envueltos en papel de regalo, con un lazo rojo, con purpurina, con con con. Luego los abres y siempre son carbón. Porque hay penas negras pero dulces. Porque hay besos que hablan, otros que (te) callan. Porque todas las palabras son invisibles si los mecanismos no se engrasan y se ponen a trabajar.
Siempre trabajo demasiado, ese es mi problema.
A veces falla la biela y a veces el pistón, y luego es la bujía o el carburador. Siempre hay un pero negro y grande, pero dulce como el carbón.
ResponderEliminarElisa creo conocerte algo, y por lo que sé, siempre te pones el mono de trabajo de mecánico, y te da igual ensuciarte las manos...
a lo mejor hay que recibir más y dar menos... a veces yo lo digo, como consejo, pero nunca lo hago...
tu y yo podríamos hacer competición desde luego!!
ResponderEliminarEl trabajo es mengua de la honra. Y punto.
ResponderEliminarNo dediques tu tiempo a recreear el como serán las cosas en tu cabeza, dedica tu tiempo y tu vida a conocerlas.
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