lunes, 29 de octubre de 2012

Efemerópteros.


Tú y yo, aún de carne y hueso,
aún queriéndonos
como nos queremos,
desaparecemos.

Los miro con los ojos de la niña que mira,
por vez primera,
a la realidad a la cara.
Fascinada por lo pasajero de las cosas,
¡Cachipollas!
Como nuestros sueños,
que no sabemos si sobrevivirán al mañana
como nuestros besos,
que en nuestras bocas se desgranan
como nuestros cuerpos
que serán... ¡la nada!
más absoluta y reinante
¡maniatada!
que por mucho que queremos lucharla
siempre nos come el terreno.

Efemerópteros nuestros cuerpos cuando son uno
y cuando se sueñan, si están lejos
confundiendo mapas y brújulas.

Tengo más certeza de que mañana solo quedará el desierto
y las voces de júbilo muertas
que de que sobreviviremos a nosotros,
que acabamos conmigo y contigo,
que nos volvemos locos.
Efemerópteros, cariño
pero hasta el final dando guerra.

2 comentarios:

  1. Sigue escribiendo cosas de efemerópteros. Todos lo necesitamos. Usar cachipollas como interjección, a Baudelaire lo inmortalizaron por menos. Cuídate.

    ResponderEliminar