sábado, 23 de noviembre de 2013

La poterie.


Que la cuenca de tu ombligo sea el torno
y mis dedos, deslizándose, arcilla
quiero ser alfarero
sobre ese cráter 
modelarme, como mantequilla.

Que mi corazón sea un géiser
bombeando agua caliente
haciendo maleable este cuerpo
para tus manos pacientes.

Que me hagas como quieras
que me vistas
me desvistas
improvises formas extrañas
limes todas mis aristas
quiero tus dedos, artistas
haciéndome nudos y marañas.

Que la mañana llegue y sea nuestra
y me despierte, desconocida
sobre tu cama, encogida
siendo tu obra maestra.
 

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