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No importa cuan sucinto quiera ser el amor,
cuan caprichoso con nuestro destino, cuan cruento,
cuan caprichoso con nuestro destino, cuan cruento,
sólo importa cuantos escondites podamos encontrar
en el dédalo infinito de nuestro sentimiento.
en el dédalo infinito de nuestro sentimiento.
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Simplemente perfecto.
ResponderEliminarEs increíble como en tan pocas palabras,transmites un mensaje tan profundo.
Cada día te superas más, sigue así Mrs. Wittgenstein
Al destino, ni nombrarlo.
ResponderEliminarEy, es verdad! Dijiste que lo harías y ahí esta el "palabro! :)
ResponderEliminarEn vez de destino ya sabes que prefiero los hados... (Hadas chica no... :D) Mucho mejor para hablar de los designios.
Destino es una palabra muy feucha. Zas zas!