miércoles, 20 de abril de 2011


Se retorció a medio camino de mi garganta un beso untado en ansias. Correteó todo dispuesto desde mi estómago, aupándose con mis suspiros. Flotó.
Pero tragué tan fuerte que me lo he comido y dirás, "no quieres", y lo peor será que ¡tendrás razón!
Disparates de todos los colores y tamaños han desfilado por mi cabeza en cuestión de segundos mientras hacíamos ese trueque de miradas. Y tus besos subían, cantando, hasta tu boca, como si entre las mariposas de tu barriga y los jilgueros de tu garganta hubiese un tobogán invertido. Y te diré "no lo entiendes", y lo peor será que ¡tendré razón!
Y la pausa será tan larga que la misma muerte se llevará los restos de fresa y nata de nuestras comisuras.
Las moscas revolotearán al rededor de nuestros hediondos sentimientos, y las arañas tejerán sus telas entre nuestros dedos parados, esqueléticos. No los entrelazaré con los tuyos y dirás, "morimos", y lo peor será que es lo que debe ser.

4 comentarios: